Querido OPBP:
Iba a empezar quejandome de la mierda de día que hemos tenido: lunes, cielo nublado con lluvias esporádicas, vamos lo que se conoce como una mierda de día. Pero, a todos los efectos importantes, ya ha acabado. Mañana seguiremos escalando esta semana.
Del tema curro no ando con ganas de comentar demasiado, pero para los que les interese diré que las cosas están aburridas pero tolerables. Lo malo es que podría volver a sentirme cómodo en mi nueva rutina, y eso me preocupa.
En lo referente a las cartas, no tengo demasiado que contar, una sesión razonable(aunque revisando los apuntes veo que fueron 2 horas y media, lo que personalmente la pondría más bien en la sección de las sesiones cortas) de SH FL el viernes por la noche para pescar en las aguas de Everest.
Jugué una mesa de 1/2 y tres de 0.5/1, de momento tengo en mente jugar hoy, así que intentaré cambiar a dos y dos. El juego virtual se completó con una sesión muy corta(de hora y media) el sabado por la mañana en SH NL25.
He estado hoy hablando con un compañero sobre mi actual situación como jugador, y en la misma conversación me he dado cuenta de cual es mi mayor problema: He perdido la emoción del juego. No sé en que momento pasó, pero estoy seguro de que es así.
Ya no me emociono, por que ahora solo lo veo como la molienda que realmente es. Tengo confianza en mi juego, y generalmente juego contra rivales bastante más flojos, pero soy perfectamente consciente de que mi ventaja en el juego necesita de manos para acabar imponiendose. Si juego lo suficiente, les ganaré.
Pero el jugar en si mismo no me da esos subidones de antes, basicamente solo me dedico a esperar que sus errores se acaben convirtiendo en mis beneficios. Perder es accidental e irrelevante, ganar es previsible e inevitable a la larga.
No creo que me haya vuelto un prepotente, ni que se me haya subido a la cabeza, la realidad es que son muy malos en general. Sé que me queda muchisimo por aprender, pero también sé que mis fundamentos son muy fuertes.
Ya no cometo ningún error enorme: selecciono bien mis manos, leo bien los flops, me aprovecho de la posición y hago lecturas de mis rivales con un índice de acierto razonable. Obviamente, tengo mucho margen de mejora en todos esos aspectos(y muchos otros), pero lo más importante está allí... ya solo puedo ir puliendo poco a poco el resto.
Ese es el segundo problema, ya no mejoro tan rápido como hasta ahora. Debido a la naturaleza de la curva de aprendizaje, he sobrepasado la parte más pronunciada. No me puedo imaginar cuanto tiempo necesitaré para que mi juego mejore proporcionalmente lo mismo que en estos primeros seis meses... ¿un año? ¿dos? ¿más?
Es muy probable que esa sea la razón principal que me impulsa a jugar otras variantes de poker(NL, 7CS, 5CD... etc).Sé que una cosa que necesito imperiosamente es jugar más manos, montañas de ellas para ser exacto, y la perspectiva me parece desalentadora.
No pasa por mi mente el abandonar de momento(bueno, a lo mejor si que ha pasado de refilón), pero necesito obtener nuevas energías para continuar esta carrera de fondo.
Por cierto, el título de esta entrada, hacía referencia a cierta mano que se jugó el domingo en nuestra timbilla de NL, pero al ponerme a escribir he perdido mi linea mental y esto es lo que ha salido. No os preocupéis, hablaré de ella, es curiosa cuando menos.
lunes, febrero 18
Pequeños margenes
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